Aquí los cuentos se han amalgamado con las tradiciones populares y están presentes por todo el casco antiguo medieval y sus barrios judío y morisco.
Desde cada plaza y callejuela, unas 250 hogueras alumbran la noche. Los narradores van parando en ellas a contar sus historias a un público encantado de escucharlas al amor de la lumbre.
A cada tanto, en cualquier calle estrecha, te encuentras con un tapón de gente que intentará resistir el “EMPUJÓN” de otro tropel empeñado en abrirlo. ¡¡Que no llegue la sangre al río!!
Pero hay bastante más y si queréis información, podéis entrar en www.chelva.es
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