miércoles, enero 14, 2009

EXPOSICIÓN "EL MITO DE CAPERUCITA"


"Había una vez en una aldea una niñita que era la más linda del mundo. Su madre estaba loca por ella y su abuela más loca aún. Esta buena mujer le mandó hacer una caperucita roja que le sentaba tan bien que en todas partes la llamaban Caperucita Roja". (‘Le petit Chaperon Rouge’, Charles Perrault, 1697).

La historia de la niña del atuendo colorado ha cambiado mucho con el paso del tiempo. El Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas, en Toledo, propone una visión global del mito a través de la colección de 44 libros de Humildad Muñoz, profesora de la Escuela Universitaria de Magisterio de la localidad.

Perrault, autor francés de otros cuentos infantiles, fue el primero en trasladar esta leyenda de la tradición oral a la literatura, incluyéndola en su volumen ‘Historie ou contes du temps passé’ (Historias o Cuentos del Pasado), más conocido como ‘Contes de ma mere L’Oye’ (Los cuentos de mamá oca’).

Esta versión dista mucho de la que se conoce en la actualidad, el escritor quiso dar una lección a los niños y niñas de la época (en especial a ellas) y advertirles para que tuvieran cuidado al hablar con desconocidos.

El cuento no sólo tiene un final trágico (a caperucita y a su abuela se las come el lobo y no hay leñador que venga en su ayuda), sino que además, Perrault incluye tras el triste desenlace una moraleja que no tiene desperdicio: "Vemos aquí que los niños –y sobre todo las niñas bonitas, elegantes y graciosas- proceden mal al escuchar a cualquiera, y que no es nada extraño que el lobo se coma a tantos. Digo el lobo, pero no todos los lobos son de la misma calaña. Los hay de modales dulces, que no hacen ruido ni parecen feroces o malvados y que, mansos, complacientes y suaves, siguen a las tiernas doncellas hasta las casas y las callejuelas. ¡Y ay de quien no sabe que estos melosos lobos son, entre todos los lobos, los más peligrosos!".

Sería un siglo más tarde, a principios del XIX, cuando los hermanos Grimm incluyeran una nueva versión del cuento (‘Rotkäppchen’) en su volumen ‘Kinder um Hausmärchen’ (Cuentos de niños y del hogar). Aunque en la primera edición del libro se afirma en el prefacio que "El libro no está escrito para niños", Jakob y Wilhelm Grimm no tardarían en tratar de conquistar al público infantil en la segunda edición, en la que explican que han "borrado cuidadosamente todas las expresiones inadecuadas para la niñez".

Así, Caperucita Roja y su abuela pasarían de ser devoradas por el lobo a ser rescatadas por el cazador, siendo este uno de los finales más populares. No obstante, existen otras versiones que reinterpretan el mito de otra manera.

La colección privada de la profesora Humildad Muñoz expuesta en el Campus de Toledo hasta finales de marzo se compone de distintas ediciones de este clásico en muchos idiomas diferentes, entre las que destacan una de 1863 ilustrada por Gustave Doré, o la del cuento escrito por Roald Dahl.

FUENTE: EL MUNDO

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