Leo esta entrevista en un periodico de Palencia:
“Lleva varios años trabajando con empresas de servicios educativos, entre cuyas actividades se incluye la animación a la lectura tanto para niños como para mayores. Además, la psicopedagoga y educadora social Alicia Vegara ofrece espectáculos de cuentacuentos en la librería Del Burgo, en colegios y en bibliotecas, una afición que comparte con otras compañeras, con las que se reparte esas jornadas mágicas de representación de historias fantásticas.
-¿Qué cualidades debe tener un cuentacuentos?-Sobre todo debe ser una persona muy abierta, extrovertida, con mucha facilidad de expresión y de comunicación, debe saber transmitir a niños y mayores todas las emociones de las historias.-
¿Es más difícil actuar para mayores que para niños?-Sí, porque el público adulto es más exigente. A los niños les llegas enseguida en cuanto se meten en la historia, pero los mayores piden más. Pero también las actividades de cuentacuentos se plantean de forma diferente para un público u otro, cambian los temas, aunque los mayores también disfrutan del espectáculo cuando acompañan a los niños.
-¿Por qué los animales son los protagonistas en la mayoría de los cuentos?-Porque a los niños se les enseña desde muy pequeños el mundo de los animales, cómo son y los sonidos que transmiten. Los niños se familiarizan enseguida con el mundo de los animales.
-¿Cuál es el secreto para mantener la atención del espectador durante todo el relato?-Hay diferentes trucos, como cambiar los tonos de voz, estar en contacto visual con los espectadores, acercarte a ellos, sacarles al escenario y hacerles protagonistas del cuento.
-¿Los cuentacuentos son una solución a los bajos índices de lectura? -A través de estas actividades se trata de inculcar, sobre todo a los niños, el gusto por la lectura. Y para ellos los cuentos son la lectura más cercana. Es cierto que hoy en día se lee muy poco, y estas actividades intentan fomentar el hábito de la lectura.-
¿Todos los cuentos deben tener moraleja?-Todos tienen moraleja, que es lo más bonito del cuento.”
Y sinceramente, me quedo asombrado, como es posible que compartamos el mismo oficio y pensemos tan distinto. Personalmente yo opino:
- Los niños no son un público más fácil, son tan exigentes como los adultos (y muchas veces más). Concepciones como estas son las que hacen que en el trabajo de narración para niños valga cualquier cosa (¡como son más fáciles).
- Los cuentos tienen unos valores fantásticos y transmiten unas emociones que no se encuentran en otras formas expresivas (especialmente los maravillosos), pero no sirven para todo. Y digámoslo claro, no sirven para hacer lectores (al menos no solo los cuentos).
- Los cuentos son fijados de acuerdo con la sociedad donde se cuentan y el periodo histórico en el que son recopilados. Dado que la mayoría de cuentos que contamos los hemos leído previamente y que en España se fijo su estructura en el XIX, las moralejas que contienen suelen ser bastante retrogradas, machistas y conservadoras (como era la sociedad de esa época). Por ello, si bien las moralejas son interesantes, nunca son lo mejor del cuento y hay que andarse con mucho cuidado con ellas.
