Una maestra de jardín de infantes fue despedida de un jardín de infantes por narrar a sus alumnos de cinco años un cuento en el que la protagonista "se comía a los niños envueltos" cuando se portaban mal.
Aunque la docente fue despedida el 28 de febrero de 2005, el caso se conoció por estos días, luego de que la Sala VIII de la Cámara de Trabajo rechazó un reclamo presentado por la maestra para que se le pagara la indemnización correspondiente a su expulsión.
La maestra, sólo identificada como H.L.S, fue despedida del jardín "Mi grupito", de la Ciudad, luego de que un grupo de padres la acusaran haber narrado a sus hijos un cuento que los aterrorizó. Según la denuncia, la docente les decía que una mujer "se comía a los niños envueltos" cuando se portaban mal y hacía "referencia expresa de que esto ocurriría con la maestra que la supliría durante sus vacaciones".
La directora del jardín consideró que la maestra incurrió en una "actitud inapropiada a su rol de docente" ya que, a su entender, el relato "trasuntaba una gran imprudencia al no advertir mínimamente el daño que podía generar a los niños". La mayoría de los padres calificó al cuento de "tenebroso" y relató que tras escucharlo los chicos tuvieron una "crisis emocional" que les provocó "llanto, pánico y rehusarse a concurrir nuevamente al lugar", según declaraciones que transcribe el fallo.
Una mujer dijo que sus dos pequeñas hijas le contaron que la maestra puso la sala a "oscuras" antes de iniciar el relato. Para los camaristas Roberto Lescano y Juan Carlos Morando la actitud de la maestra "provocó un daño emocional a las personas que debía proteger y educar en su carácter de docente". "Estos hechos en personas de corta edad podrían generar serias secuelas emocionales en tanto y en cuanto no sean receptados por individuos con una personalidad ya formada y con un elevado nivel de seguridad en la vida", afirmaron.
También tuvieron en cuenta que los niños "se encuentran en un claro proceso de evolución psico-emocional, donde la educación ya sea en la escuela y la de su familia, más las personas que lo rodean habitual y afectivamente, juegan un papel primordial en el desarrollo de su personalidad".
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