miércoles, mayo 25, 2011

TRISTE TIEMPO DONDE NOS ROBAN HASTA EL NOMBRE

¡NO DA IGUAL! En cultura no da igual cual es el artista, cual el espectáculo, cual el escenógrafo... El arte es una interpretación única, personal o colectiva. Cada persona o grupo tiene su propio camino, sus cualidades... Cada espectáculo, artista o grupo nos ofrece una emoción distinta, nos provoca algo especial y no repetible. Ese es uno de los encantos de la cultura y el arte. Por eso, para nosotros, si que importa el nombre del artista o grupo que interpreta, baila, actúa... narra historias.

Y todo esto viene a cuento de las noticias que encontramos habitualmente en los programas culturales, folletos, carteles, publicidad...en general, cuando se anuncia una sesión de narración oral. Mientras en el resto de actividades (teatro, danza, títeres...) aparece el nombre del artista o grupo, en los cuentos solo pone "cuentacuentos" como si no importara quien lo realiza.

No es lo mismo que cuente cuentos un monitor de tiempo libre, con muy buena intención, que también sabe hacer globoflexia y algunos trucos de magia, que los cuente un narrador o narradora con experiencia y calidad contrastada. No digo que un monitor no pueda contar, pero si digo que queremos saber quien cuenta. Es mi derecho de elección.

Por poner un par de ejemplos: Día de África en Logroño y Feria Medieval en Agoncillo. Es muy triste que para estos dos eventos no exista la necesidad de divulgar el nombre del artista. Es como si no importará la actividad. "Total, son cuentos". Sabemos que la palabra es la fuerza más potente que existe, pero también puede ser muy débil con un mal narrador que puede matar de aburrimiento y, lo que es peor, la gente pensará que esto no merece la pena.

La narración oral merece todo el respeto de los programadores y organizadores. Es un arte milenario, que trasmite la sabiduría popular, nuestras propias referencias culturales. Si lo vulgarizamos, lo ninguneamos, lo ponemos a la misma altura de un castillo hinchable, estaremos cortando la hierba bajo nuestros pies y negándonos a nosotros mismos.

Es responsabilidad de los narradores que esto no ocurra, es nuestra obligación revindicar nuestro nombre y nuestro oficio. Y exigir respeto.

¿Y las instituciones publicas que pagan estos actos? ¿han aprobado un presupuesto sin nombre y sin currículos? ¿Contrataríais a un arquitecto sin nombre y sin currículo? ¿Contratarían a un grupo de teatro para el Teatro Bretón, sin nombre y sin currículo?.

TRISTE TIEMPO DONDE NOS ROBAN HASTA EL NOMBRE.



8 comentarios:

Sole dijo...

Tal y como dices, es una batalla que debemos llevar a cabo los narradores.
Cada vez que nos contratan deberíamos establecer de que forma y manera debe ser presentado nuestro trabajo.
Es triste leer "Cuentacuentos africano" sin especificar, la broma sería un día presentarnos muchos narradores a una sesión, como no aparece el nombre nos damos todos por aludidos para ese trabajo, eso si, vamos con factura en mano, a ver si les gusta.

Inma Ruiz dijo...

Eso sería lo justo Sole. Y ahí andamos, luchando por el nombre, porque claro anunciado así da que pensar: ¿Irá el narrador contratado en un principio o se deja abierta la opción de cambiarlo a última hora por alguien que cobre menos o algún "coleguilla" del político de turno?
Nuestra arma es la palabra, nuestra fuerza el amor por este oficio.Podemos ganar esta batalla si nos empeñamos en no dejar que nos conviertan en sombras de incognito

fran dijo...

soy fran:

ASOCIACIÓN!!!!!!

fran dijo...

ASOCIACIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON!!

Nono Granero dijo...

Desde el Festival de Úbeda cada día apostamos más, precisamente, por dar difusión al nombre de los narradores y narradoras, preparando incluso una especie de "programas de mano" con fotografía incluída, que hacen que, una vez concluido el evento, el público comente acerca de quienes narraron y sepa a quién corresponden la historia y el modo de contarla. Eso favorece la aparición de una crítica afinada y crea oyentes exigentes a los que no da igual quién aparezca en una sesión.
No, no es lo mismo cuando no aparece el nombre...

F.Pintadera dijo...

Soy otro Fran.

Sin duda es algo a reivindicar por múltiples motivos. Desde mi corta experiencia es algo que pido, pregunto y muevo para que no programen mi actuación como "cuentacuentos" y au!

No veo el día en que un concierto de los Rolling Stones lo anuncien como "música en vivo".

Aunque debo decir que dejándolo claro no es tan difícil, pero por ahora es un trabajo nuestro, cuando debería ser algo lógico y cotidiano.

Abrazotes

Gracia Iglesias dijo...

Estoy totalmente de acuerdo.

Sandra Araguás dijo...

Hola Carles:
Que triste tener que defender hasta nuestro nombre. Este año estaba supercontenta porque iba a contar en el PIR (el festival de culturas del Pirineo) que se celebra en Ansó. Hago investigación de tradición oral e iba a contar cuentos de los Pirineos recogidos en la provincia de Huesca. Toda contenta abro el e-mail donde me mandan el programa y descubro, y me acuerdo de ti, que no sale ni el nombre de la sesión ni mi nombre. Solo cuentacuentos. Que decepción... ¿Será que la tradición oral no forma parte de la cultura pirenaica?
Sandra