Reconozco que este es uno de esos días en que seré especialmente parcial en mi juicio, porque soy fan de este par de individuos.
Este jueves trajeron una sesión entre divertida y gamberra. Con cuentos y cantares (más cantares que cuentos), en la primera parte de la sesión nos contaron cómo conocieron a sus doppelgänger allá por Galicia, y los trajeron para que nos contaran un cuento, que por lo visto también se dedican a ello.
Tras tomarse un respiro, volvieron con otra historia y unas cuantas tonadillas (no se les pasó por la cabeza la posibilidad, seguro, pero tenían un funcionario sentado casi a los pies), que tuvieron que ampliar con un bis.
Lo que demostraron esta noche fue compenetración, sentido del humor y saber estar. Siendo de Logroño y además artistas multidisciplinares, arrastran su público, y así estaba La Luna abarrotada como en las mejores noches. Entre esto y el ser como de casa, hubo algún momento de compadreo, en plan confianza, que se les disculpa porque el ambiente casi lo reclamaba.
Los que ya los conocemos, disfrutamos como siempre con ellos, y los que acudían por primera vez a verlos (incluído el funcionario), salieron contentos de haber acudido. Y unos y otros seguiremos corriendo la voz, para que se acreciente su fama.
Vamos, que lo pasamos muy bien, y que a ver cuándo volvemos a verlos.
Nota al pie:
Y lo bien que quedé con las personas a las que se los había recomendado...
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