Otra vez andamos a vueltas con el tema de la SGAE y su especial sentido de la “protección de los derechos de autor”. Nosotros consideramos que la protección de dichos derechos es una causa loable, pero lo cierto es que esta sociedad se significa más por su afán recaudatorio, que por su preocupación por los autores. Tal vez esto se deba a la estructura de la sociedad, con “recaudadores” provinciales con criterios diferentes entre si y poco deseo de dialogar. En el caso de la narración y cuentos tenemos respuesta por escrito de la central de la SGAE diciendo que no es competen a ellos la protección de derechos. Pero en algunas zonas territoriales los “recaudadores” tienen su propio criterio y no admiten opiniones en contra. Por otro lado, en los cafés se paga un “cachet” muy reducido y en algunas ocasiones la “amable petición de cobro de derechos” supera lo que cobra el narrador. En nuestro caso, después de darle muchas vueltas al tema, hemos decidido que no contrataremos a narradores que estén inscritos en la SGAE, ya que los “recaudadores” cobran por ellos con independencia de que lo que tengan registrado sean los cuentos o un video de su primera comunión. No es una decisión que nos guste, pero no ha sido posible mantener ningún dialogo con los representantes de la SGAE, al menos en nuestra zona.
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