viernes, enero 30, 2015

ADULTERIO Y MUERTE EN LOS CUENTOS DE DISNEY

Los cuentos no son como nos los ha contado Disney en sus películas. La Sirenita realmente muere al no conseguir el amor, igual que muere Quasimodo en la verdadera historia de El jorobado de Notre Dame.

Las historias que crearon los Hermanos Grimm, Andersen y compañía eran crueles y tristes, como la vida. Pero la popular productora creó películas edulcoradas para que nadie lo pasara mal. Filmes en los que todos eran felices y comían perdices.

Hasta que en 1986 llegó Stephen Sondheim con Into the Woods. Una vuelta al origen de los cuentos en forma de musical que revolucionó el panorama teatral ganando varios premios Tony y convirtiéndose en uno de los espectáculos favoritos de los amantes del género.

Disney adapta 'Into the woods', el musical de Stpehen Sondheim en el que los príncipes son infieles y las doncellas no viven felices y comen perdices
En este peculiar libreto Sondheim junta en un mismo universo a los protagonistas de cuentos clásicos como Caperucita, Cenicienta, Jack (con sus judías mágicas) o Rapunzel, y trata temas mucho más adultos y perversos que los que Disney había vendido.
Aquí el príncipe encantador le pone los cuernos a Cenicienta cuando tiene ocasión, el Sr. Lobo se pirra por la carne joven de Caperucita y los personajes mueren con naturalidad. Todo aderezado con canciones y una gran escenografía.

Con semejante base era raro que hasta ahora no se hubiera encargado de la versión cinematográfica del musical, pero lo que es más raro, es que haya sido Disney la compañía que haya puesto en marcha la adaptación. La pescadilla que se muerde la cola.

Durante toda la producción (con quejas y perdones posteriores del propio Sondheim) se ha especulado con que la compañía no se atrevería con un musical gamberro si lo que querían era reventar la taquilla. Disney se defendió diciendo que serían fieles al texto. Y finalmente ni tanto ni tan calvo.

El Into the Woods cinematográfico respeta ciertas apuestas subversivas del musical (la infidelidad y ese abusador sugerido), pero no se atreve a explotarlo del todo. Un musical como este necesitaba una apuesta mucho más irreverente y adulta, que chocara con sus personajes y estética de cuento creando un filme con vida propia.

Para entendernos, Disney, cambia el destino de Rapunzel por uno mucho más ñoño y se encarga de rodar la muerte más anticlimática que uno recuerda en mucho tiempo. Into the Woods necesitaba más gasolina, más guerra, y un director más personal (y que nadie diga Tim Burton que ya demostró lo que hace a las órdenes de Disney en Alicia en El país de las maravillas).

Marshall rueda con piloto automático y demasiada herencia teatral el filme y acaba acusando el mal de muchos musicales cinematográficos: la falta de un verdadero hilo conductor que una números musicales deslavazados. En el teatro musical, cuando un número termina, el público aplaude como loco y sin más comienza una nueva escena (que no tiene nada que ver con la anterior). Pero en el cine todos esos saltos y cambios cantan La traviata, y Marshall no se preocupa ni un poquito en evitarlo. Nunca arriesga, y cuando lo hace (esa escena con efectos especiales chusqueros de Caperucita) no gana.

'into the woods''into the woods'
Sería injusto destrozar a Into the Woods, que a pesar de todo entrega unos cuantos números muy potentes, especialmente cuando se pone irónica, como en ese Agony que se ríe del ego de dos príncipes que compiten por ver quién sufre más y quién tiene mejores pectorales.

Además da gusto ver un reparto tan bien armado y disfrutando tanto de sus papeles. Desde Anna Kendrick, a Emily Blunt, pasando por Chris Pine (una sorpresa) y, sobre todo, Meryl Streep. La mítica actriz se atreve con todo, en este caso con el papel de bruja, para el que se reserva dos canciones que ponen los pelos como escarpias.


Into the Woods

Dirección: Rob Marshall

Duración: 124 minutos

Género: Musical

Nacionalidad: EEUU

Intérpretes: Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine, Johnny Depp, Lucy Punch

FUENTE: EL CONFIDENCIAL

No hay comentarios: