Miguel de Unamuno era conocido por su sentido del humor irónico y mordaz. Algunas de sus frases famosas fueron:
“Tranquilidad viene de tranca”
“A un civil se le puede militarizar, pero a un militar no se le puede civilizar”
O cuando al comienzo de la Guerra Civil le soltó al famoso asesino Queipo de Llano:
“Venceréis, pero no convenceréis”.
En diciembre, el Ayuntamiento de Salamanca, gobernado por el PP, se negó a anular la expulsión de Unamuno como concejal del Ayuntamiento, efectuada por los sublevados franquistas en 1936.
El pasado jueves, de nuevo, el PP del Ayuntamiento de Salamanca se negó a quitarle la medalla honorífica concedida a Franco en 1948 y el nombramiento como Alcalde Honorífico a Perpetuidad que detenta el dictador. Así que ya sabéis, si vaís a Salamanca el Alcalde es el señor Paquito.
Y después nos dicen que los cuentos son demasiado crueles y retorcidos.
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