Siendo sincero, me da un poco de miedo cada vez que veo estos titulares. Tengo cierta prevención cuando se comienzan a "deconstruir" los cuentos para ser politicamente correctos y transmitir valores. Creo que en los cuentos se pueden modificar muchas cosas, y cada narrador, que recibía la herencia de los cuentos de otro narrador, aportaba su visión y valores. Pero no nunca se tocaba la estructura interna y fundamental del cuento. Y esto de trabajar en plan profesor Frankestein con los cuentos me genera muchas dudas. Es cierto que habría que ir a escucharlos, pero de entrada me da miedo...
"Un príncipe rosa, un lobo no feroz o una bruja rubia son algunos de los personajes de los cuentos tradicionales que el colectivo Ludikarte ha deconstruido y presentará este fin de semana, en una nueva versión de la historia, no sexista e igualitaria, a niños y jóvenes en Mejorada del Campo.
Los cuentacuentos de historias de ficción, liberadas de actitudes y roles discriminatorios, es una de las actividades del programa 'Tejiendo igualdad', promovido por el Ayuntamiento de esta citada localidad madrileña en el marco de la conmemoración del Día de la Mujer.
"Una Caperucita Roja valiente y no temerosa, que entra en diálogo con un lobo -que no es feroz- y le invita a visitar a su abuela y terminan merendando los tres juntos", resume la educadora social del Área de Igualdad de Mejorada, Noelia de Potro, como versión moderna del clásico.
La actualización de algunos cuentos populares, que acumulan tantos años como prejuicios, son infinitas, sostiene esta experta en educación en valores.
"Puede haber una Blancanieves que no se va con el Príncipe cuando va a buscarla y le dice que en realidad está enamorada de uno de los siete enanitos; o una Bella Durmiente que no es despertada por el beso de un hombre, sino por el de una mujer", añade.
El inesperado desenlace de algunos de estos cuentos se llevará a escena en el Poblado de la Igualdad, un espacio al aire libre ubicado en el parque del Vallejo que acogerá hasta este domingo múltiples actividades educativas orientadas a diferentes públicos.
Con personajes y mundos imaginarios justos e igualitarios, la literatura facilita a los niños y jóvenes la posibilidad de interiorizar los valores acordes con nuestra sociedad", señala De Potro.
El argumento de los expertos es que algo aparentemente tan ingenuo como un cuento en realidad no es inocuo.
"Que las princesas sean siempre guapas y rubias, y las brujas malas y morenas, deja sin referentes de personajes femeninos a niñas bolivianas, ecuatorianas o árabes, que sueñan con ser rubias", explica la educadora social.
Desde el colectivo Ludikarte, recién bautizado con el nombre de Más que arte, se invita a los padres a deconstruir los clásicos, creando nuevas historias, siguiendo los consejos de guías educativas como 'La mochila violeta' o consultando páginas webs como malillacoeducacion.com.
Entre los arquetipos que más urge deconstruir figuran tanto actitudes y roles atribuidos tradicionalmente a las mujeres como a los hombres.
"En los cuentos, los personajes femeninos no deberían ser siempre recatados, sino más intrépidos y con capacidad de pensar y resolver conflictos, y sin tener que esperar a que un Príncipe Azul o una figura masculina salvadora solucione los problemas", apunta De Potro.
Por contra, los niños deberían percibir que los personajes masculinos "no son siempre los más fuertes y los más bravucones, y que puede haber un Príncipe cuyo preferido sea el rosa o que no guerrea y lo que más le gusta es recoger flores en el campo", sostiene.
Desde el punto de vista de la igualdad de género, según esta experta, lo más educativo -se trate de chicos o chicas- es no meter a todos en el mismo saco.
"Porque no hay una forma positiva y adecuada de ser mujer o varón, en realidad, hay tantas como seres humanos somos en el planeta", concluye.
FUENTE: EL DIA"
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