Sólo he escuchado a Soledad dos veces, pero suficiente para atreverme a afirmar que decir que la he visto, y que me ha gustado, así en la misma frase, es una redundancia.
Desde este punto de partida, este jueves decidí averiguar por qué me gusta, y en parte lo conseguí (de lo que estoy muy orgulloso ante mí mismo, porque no es poca cosa entender los porqués).
Percibí en Soledad una extraña cualidad, que me atrevo a ilustrar con un ejemplo:
Todo el mundo está de acuerdo (así nos lo enseñaron de niños) en que el arcoiris tiene siete colores. Pero, ¿alquien se atrevería a trazar con un lapicero una línea entre color y color, que divida un arcoiris en siete franjas, una de cada color? ¿dónde termina el amarillo y empieza el naranja? ¿dónde está el límite entre el azul y el añil?
Con Soledad me ocurrió algo así. Te está hablando de Santiago, de su llegada a Santiago y su vida allí, con sus pros y sus contras, con estilo desenfadado y con bastante coña, y de repente el tono ha cambiado, y te cuenta del amor entre dos ángeles, Ángel y Ángela, y no soy capaz de decir en qué palabra acabó la anécdota y en cuál empezó el cuento.
Y esto se repitió cada vez; comienza comentando alguna costumbre local de Galicia, y sin saber cómo hay un cambio sutil en su hablar, en la cadencia de su movimiento, y estás en otra parte, ya ha cambiado, sin que uno lo haya notado.
Así transcurrió la larga primera parte de su sesión. Larga no porque se nos hiciera larga, que más la hubiéramos atendido, sino porque el tiempo se nos pasó sin que nadie se acordara de controlarlo, ella y nosotros atentos al relato.
En la segunda parte accedió a atender las peticiones de una parte del público, fans de un personaje que descubrimos gracias a ella el año pasado, Don Verídico, con sus historias del boliche "El Resorte", que cualquier aficionado debería conocer, de verdad. Nos contó un par de historias como son las del boliche y sus personajes: sorprendentes, surrealistas, mágicas, tiernas, divertidas, casi patafísicas.
Y como broche final, sacó su paraguas (su "paraluz" mágico), y cual Mary Poppins galleguaya, ayudó a conjurar los deseos de quien los tuviera.
Más información:
- Su página web.
- Su blog, "La Caja de los Hilos", bien merece una visita, o varias.
Sobre "don Verídico" y "El Resorte":
- en Mundo Matero
- en mundomalena
6 comentarios:
Tengo que admitir que por Sole tengo debilidad, pues la considero una amiga, una buena amiga( si es que puede haber malos...)
Pero aun asi, dire que disfrute como nunca o como siempre, con ella y de ella, de sus historias y de su manera unica de contarlas.
Un besazo AMIGA y hasta pronto.
Que gusto para el alma encontrarse un lunes a la mañana con estas palabras.
Luis muchas gracias, es muy muy bonito que hayas instalado en mi vida la imagen del arcoiris. A partir de hoy intentaré ser cada uno de los colores que en él habitan. Menuda responsabilidad que acojo con orgullo de que venga de parte de un público tan acogedor, bueno, receptivo...mágico
Prometo llevar un despertador para la próxima vez.
Nos vemos en Guadalajara!
Un beso a La Luna, que brille siempre!!!
La vi actuar una sola vez en su sur, que fue también mi sur y quedé prendada de su arte. Porque lo de Sole es arte. Toda ella es arte. Locuaz, inteligente, sutil. Así es ella. Y verla actuar, un lujo para los sentidos.
Parabéns pelo trabalho...
Parabéns pelo trabalho...
Verdaderamente, Soledad es lo que acabas de decir y mucho más.
De niño escuchaba sus cuentos cuando la contrataban en el cumpleaños de un amigo, y quedaba tan fascinado! Ella tiene ese algo que nos hace uno con la historia, algo realmente mágico.
Saludos desde Paysandú, Uruguay.
Gabriel da Silva Giani
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