Los cuentos, mitos y leyendas es un campo privilegiado del patrimonio oral inmaterial intangible del mundo andino. En ella se encuentran expresadas la historia oral ancestral de Carabaya. Los discursos o textos presentados por Godofredo Mamani Quispe, estudioso de la tradición oral andina, pertenecen a la indagación en el sentido historiográfico y fabulístico de muchos informantes que acometen una tarea muy difícil de documentarlo en el presente trabajo denominado “Cuentos y leyendas de Carabaya”.
Sin duda se trata de discursos relacionados con los encantamientos, muertes y resurrecciones, cambios de fortuna, huidas, persecuciones, combates, recreados de boca a oído, de oído a boca de generación a generación desde el acontecimiento más grande de la oralidad andina: el diálogo o la conversación.
Miremos los cuentos, mitos y leyendas desde la óptica occidental. Señala Aristóteles en su Poética que “la imitación tiene por objeto no sólo una acción completa, sino además hechos capaces de excitar el temor o la compasión.” Esto explica la función social que desempeña la noción de pathos en el mundo dramático y también en el mundo de la ficción. Pathos es descrito por Aristóteles como un acontecimiento desastroso que acarrea un intenso padecimiento físico o moral: las agonías representadas en escena, las heridas, raptos de locura, etc. En ese marco la narración oral en sus diversas formas de cuentos, mitos y leyendas está orientada en la misma reflexión. En efecto, el pathos o patético está ligada a ciertas experiencias límite que conllevan a una alta carga emocional, que se suceden inesperadamente o en las que concurren situaciones inesperadas como por ejemplo una ciudad hundida en el Lago. Luego Vladimir Propp en su “morfología del cuento”, “las raíces históricas del cuento” nos darían mejores luces.
Desde la visión andina, los cuentos, mitos y leyendas pertenecen a la memoria colectiva de los quechuas y aimaras que se nutren teórica y metodológicamente de la cultura popular ancestral, en su cosmopercepción y pensamiento mítico y se difunden en lo colectivo a través de métodos y técnicas educativas que tienen un impacto, noción vivida, poder de fijación y movilización mucho más fuerte que la pedagogía moderna. En ese marco, se inscriben estos discursos quechuas.
Finalmente, en un diálogo entre Borges y Sábato citan a Kipling para señalar que “a un escritor puede estarle permitido inventar una fábula pero no la moraleja”. Es decir, los cuentos, mitos y leyendas deben de vivir, pero no con el propósito del autor. Es que ninguna obra de arte es moralizadora en el sentido edificante de la palabra, sino en el contexto de la interpretación o la dilucidación crítica.
Un cuento, mito o leyenda es una experiencia colectiva que como dije corre de boca en boca; está hecho para suscitar miedo, emoción, risa. Para enseñar al niño o niña, cómo es el mundo en el que hay que vivir o cómo se fracasa o se ganan riquezas.
Por esto y muchas cosas más me permito felicitar a Yuselino Maquera Maquera, Porfirio Baylón Tapara Quispe, Juan D. Choquehuanca Justo. Antonia María Alarcón Quispe y otros que son los mediadores de la fuente infinita de la creación de la tradición oral de Carabaya cuyo topónimo es el mejor homenaje a la cultura ancestral Callahuaya.
FUENTE: LOS ANDES
No hay comentarios:
Publicar un comentario