La Asociación Malión hizo un balance positivo del Festival de Cuentos 'en Úbeda se cuenta...' que celebró en días pasados su décimo tercera edición. Desde las exposiciones previas, pasando por el taller de narración oral y la presentación del libro de Pepepérez ('Un corazón que no cojea'), hasta llegar a los 'Cuentos en el Umbral' y las sesiones de 'Cuentos en el Palacio', cuentos en la plaza de Santo Domingo y los 'Cuentos de Plaza en Plaza', «todo se desarrolló satisfactoriamente», aseguraron desde el colectivo. «Han sido horas y horas de compartir historias y palabras en un ambiente excelente con profesionales de primer nivel y, si todo ha ido tan bien, ha sido gracias a un montón de gente». Gente a la que Malión quiso dar las gracias.
Por un lado, al público, «por su fidelidad, por su apoyo (también económico, habida cuenta de las conocidas dificultades que la realización del festival encuentra en su camino), por su interés y, sobre todo, por su capacidad para escuchar y disfrutar con la mejor disposición».
En segundo lugar, se nombró a La Caixa, al grupo Forma, a la Fundación FELÍ, a los pubs Musicology y Beltraneja, y a todas las firmas comerciales y empresas locales «que se han esforzado, cada cual en la medida de sus posibilidades, para que esta actividad cultural continúe».
Colaboración desinteresada
También agradecieron, muy especialmente, la labor incansable del Grupo Scout Xavier, «que ha derrochado esfuerzo, energía y creatividad para acometer cualquier tarea necesaria para el desarrollo fluido de este festival». Y de la misma forma se destacó el trabajo de los miembros de Protección Civil, así como la colaboración oportuna de la cofradía de las Angustias, sin cuya contribución en forma de sillas no se hubiese podido cubrir la demanda del público que superaba con creces el número de los asientos cedidos por el Ayuntamiento.
En lo referente a instituciones, se habló de la Diputación de Jaén y del Ayuntamiento de Úbeda, aunque con un tizonazo para este último pues finalmente no permitió que se dispusiera de un carrito para la venta de bebidas durante los 'Cuentos de Plaza en Plaza'. «Aunque bajó la aportación económica, y tuvo por ello toda nuestra comprensión, dado el momento económico actual en que nos encontramos, compensó dicha bajada subiendo el nivel de las dificultades para realizar una labor que debería, a estas alturas, ser mucho más fluida, e impidió actividades encaminadas a dar servicio al público y a la financiación del festival, sin dar razones y sin voluntad alguna de diálogo, pese a los intentos de ofrecer soluciones diferentes por parte de la Asociación Malión cuyos miembros trabajan, no lo olvidemos, de forma completamente altruista», añadieron.
No hay mal que por bien no venga
Y no olvidaron aludir al escrito que hizo público Ramón Expósito, del Mesón Navarro, en el que se oponía a la venta de bebidas que refrescaran al público en las horas de calor asfixiante del viernes y del sábado, «venta que los asistentes echaron de menos y que, por lo demás, no tiene otra finalidad que afrontar parte de los gastos que la organización de nuestra actividad conlleva». Desde Malión aseguraron que este empresario firmó el escrito en solitario pero en nombre del resto de bares del casco histórico cercanos a los lugares de celebración del Festival. Y añadieron que, por lo menos, «ha favorecido que nos pongamos en contacto con dichos bares (que desconocían, por otra parte, que alguien se hubiese hecho su portavoz) y que consigamos, no sólo su apoyo a nuestra labor, sino también el ofrecimiento de algunos para ayudarnos en la siguiente edición».
Los protagonistas
Por último, agradecieron «el entusiasmo y la generosidad» con que se han ofrecido al público y a la organización en todo momento quienes protagonizaron este año el festival. Así, destacaron la colaboración desinteresada y narrativa del socio de honor 2010, Pepepérez; la gracia envolvente de Eugenia Manzanera; la delicada belleza de la voz de Ana María Martínez; el hechizo verbal de Charo Pita; la elegante provocación de Martha Escudero; la sabiduría oral de Juan Ignacio Pérez; la grandeza e imaginación de Felix Albo; el magnetismo musical de Ferrán Martín, junto a la sorprendente y espectacular NenaCaracol y su grupo de percusión 'Pac-di-bi-dum'; la magnífica Camerata Tragantitae con sus notas musicales; y, por supuesto, la valerosa, atrevida y divertida animación-narración de Nono Granero. Todos ellos «llenaron de cuentos, música y cultura plazas y calles, palacios y pubs, haciendo posible que el verbo se hiciera ilusión, alegría, miedo, carcajada o silencio en cientos y cientos de personas que acudimos una vez más al 'En Úbeda se cuenta...'».
«Habrá cuentos para rato»
De esta forma, aseveraron que «aquí va a haber cuentos para rato» y que, «si no sucede nada anómalo, en nuestras calles, palacios, bares y plazas, volverá a escucharse aquello de 'érase una vez...'».
Al respecto, teniendo en cuenta que las ayudas públicas son muy ajustadas y que sufragar todos los gastos de esta cita se hace cuesta arriba aunque, afortunadamente, todos los participantes ponen de su parte para empujar, desde Malión manifestaron que intentarán llamar a otras puertas y obtener más apoyo de patrocinadores privados. Así, se despidieron con un «hasta el año que viene».
Cabe añadir que para eventos como el Festival de Cuentos, el Ayuntamiento tiene intención de mantener el presupuesto que se maneja actualmente.
FUENTE: ÚBEDA IDEAL
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