Con un viaje hasta los suburbios de Buenos Aires a través de la palabra, con historias que se transmiten de generación en generación y que tiene como fin, además del entretenimiento, la educación, preservación y conocimiento de valores culturales de los pueblos, inició el Festival Internacional de Narradores Orales, “Cuento a cuento, mano a mano”, en el Teatro Guillermo Romo de Vivar, de Pachuca.
La actriz, clown y narradora argentina Sasa Guadalupe inauguró la tercera edición del encuentro en torno a la palabra, con un relato autoría del escritor porteño Alejandro Raymond, en el que la fantasía permite transportarse a diferentes sitios para conocer un poco de dos culturas, la de su país y la de China, que, según su narración, se divide sólo con un agujero en el patio junto a una planta de eucalipto.
Posteriormente, con más técnicas y artes en el escenario, haciendo uso de objetos, su cuerpo y su voz, la también titiritera trasportó a todos los presentes, en su mayoría público infantil, hasta un bosque lejano en Francia, con un relato narrado en ese idioma que, no obstante, no impidió entender el mensaje final: la protección de la niñez ante diferentes peligros.
En el escenario le sucedió el narrador colombiano Walter Díaz Ovalles, quien, mediante su voz y su gesticulación, expresó parte de la cultura de su país, para después dejar el lugar a Liliani de Oliveira, que con la coparticipación del guitarrista brasileño Paulo da Silva engalanó el recinto con antiguas narraciones de la tradición oral.
Virginie Deshayes, de Francia, y el representante mexicano Hererluis Rodríguez, también mostraron, sólo con su palabra y timbre de voz, las costumbres, creencias e idiosincrasia de sus lugares de origen.
El Festival Internacional continuará con cuatro jornadas de relatos hablados y desenvolvimiento escénico que culminarán el viernes 15 de noviembre, que recorrerán los municipios de Mixquiahuala, Omitlán, Progreso de Obregón, Tlahuelilpan y Pachuca, entre otros, con la participación de 15 narradores de seis países.
Voces de 15 países
Sasa Guadalupe es titiritera, clown y narradora argentina. Su obra se caracteriza por mezclar técnicas y artes en el escenario. Su vida como cuentera la inició con la vieja técnica de la charlatanería. En la radio conduce y cuenta en su programa “Calabazas a media noche” dedicado a la narración y recopilación oral.
Walter Díaz Ovalles es narrador, actor de teatro, gestor cultural, educador no formal en artes, investigador de la memoria y tradición oral y animador sociocultural en Latinoamérica. Posee el récord colombiano del Encuentro El Que Más Aguante: 36 horas 45 minutos continuas.
Liliani de Oliveira también es narradora de historias y educadora, actúa en el área de educación desde hace once años permeando su práctica con proyectos de lectura, teatro e narración. Formada en Letras y Postgraduada en Literatura Infantil y Juvenil por la Universida de de São Paulo. Participó en 2004 en el Núcleo Social de Acción Educativa en la UNIFMU. También ese año participó en el proyecto Literatura de Cordel de donde nació el Grupo Amoroso do Cordel, que investigó, escribió y difundió la literatura a través da narraciones de historias, música y producción de espectáculos.
Antigua tradición
Aunque la narración oral es tan antigua como el mismo lenguaje, hoy en día continúa y existen cultores de diversas tendencias que le han dado fuerza al movimiento narrativo que recorre el mundo. A pesar de que en Europa la tradición de la cuentería es larga, en Latinoamérica este fenómeno como arte comenzó varias décadas adelante. El arte de narrar es, además de un elemento de la tradición oral de cada pueblo, un medio de entretenimiento, educación, preservación y conocimiento de valores culturales.
En Hidalgo, desde la década de 1990, y quizá un poco antes en algunos casos, la narración ha tenido una presencia permanente e infaltable en ferias de libros y en escuelas públicas, desde los niveles preescolar, hasta el universitario.
De ahí surge la inquietud de crear un Festival Internacional de Narradores Orales, bajo el título de Cuento a cuento, mano a mano.
“Más allá del uso del término mano a mano en el toreo, se juega con ese significado, pero en el fondo, mano a mano tiene dos sentidos: el sentido de amistad entre los narradores, y de equidad entre la recepción de invitados foráneos y la promoción de los hidalguenses”, dicen los organizadores del evento.
FUENTE: MILENIO
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