Historias para los que no tienen pelos en la oreja, para zambullirse en el público. Cuentos para disfrutar, para dibujar sonrisillas indelebles, y “momentiños” tiernos para emocionar. Desde que en el 97 empezamos a tontear con la Narración Oral estamos más tontos que nunca. Cada vez nos gusta meternos más a lo hondo, jugar a hacernos ahogadillas, refrescarnos en ese magnífico mar. Cada historia merece su sitio y buscamos la mejor forma de contarla. Dar vida a las palabras, perderles el miedo, usarlas, manosearlas, darlas y recibirlas, jugar con ellas y exprimir su jugo. Cuando el que escucha y el que cuenta se encuentran hay que entenderse, hay que regalar y dejarse querer. En cada sesión desenvolvemos un regalo cuento a cuento. Un regalo perfecto para llevarlo prendido en la sonrisa.
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