sábado, febrero 13, 2010

VUELVEN LOS CUENTOS EN AZUL Y ROSA. CRITICA A LOS CUENTOS PUBLICADOS EN LA ACTUALIDAD

"El sector del libro infantil sigue siendo el más marcado por el género, claramente". Así se expresa Iolanda Batallé, directora editorial de La Galera y profesora del máster de Edición de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, y reconoce que incluso las editoriales más comprometidas con políticas no sexistas están sucumbiendo a la moda de las colecciones para niños y para niñas. "Hay un bombardeo comercial; aquí y en el mercado internacional –el 80% de las grandes apuestas en las ferias son colecciones para niños y para niñas–, y también en todo lo relacionado con las licencias de los millones de princesitas Disney; se está creando mucho material marcado por razones de sexo desde el principio y, al final, incluso editoriales como La Galera, pioneras en libros no sexistas, entramos en las colecciones diferenciadas porque acaba mandando el mercado", explica Batallé.

Pero ¿por qué? ¿Dónde están las normas que regulaban modelos equitativos en la literatura infantil? ¿Qué ha pasado con todo aquel movimiento en favor de princesas que se salvaban solas y de príncipes que podían llorar? "Lo que pasa es que se ha caído en manos del mercado; como ha disminuido la alerta sobre el avance de estos valores, los libros siguen ahora las leyes del mercado, y el mercado es conservador", resume Teresa Colomer, directora del máster de Literatura Infantil y Juvenil de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Y explica que el retroceso en los valores de igualdad en la literatura infantil tiene que ver con un movimiento social más amplio que vemos también en el fenómeno de las top-model, en las protagonistas del cine o los videojuegos: mujeres decididas, que han ganado en autonomía y agresividad, pero que reiteran los tópicos de una feminidad del pasado y buscan lo de siempre, gustar al varón, al que acaban sometidas. Es el auge de lo que denomina, de forma muy gráfica, princesitas con tatuaje, una puesta al día, con el barniz de los piercings y del descaro sexual, de la literatura rosa de otros tiempos.

ARTICULO COMPLETO: LA VANGUARDIA

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