¡Esos molestos narradores!. Desde el mismo momento del nacimiento de la sociedad y el poder, siempre han existido narradores que han intentado hacer pensar a los demás, criticado los abusos de los poderosos, o sencillamente hacernos reír con sus actitudes. En algunos momentos la diferencia entre la desesperación y la esperanza, esta en una sonrisa. Y eso nunca ha gustado al poder. No gusta que la gente piense, sienta, ría,..Es preferible que no se pierda el tiempo con esas cosas. Es mejor estar aislado, amargado, pensando solo en el trabajo. Es mejor pensar que los otros son nuestros enemigos, que no podemos compartir con ellos nada. Para el poder es mejor gente triste y aislada, que se sienta amenazada por todo. Y por eso a intentado aplicar la censura a toda expresión artística que fuese critica y creativa. Desde los griegos, pasando por el siglo de oro en este país, hasta llegar a nuestros días. Si pretendiéramos reflejar una historia de la censura, nos faltaría tiempo y papel. Pero, no por ello debemos quedarnos callados.
Hoy quería comentar una de las peores censuras, la de las personas que habiendo sido victimas, censuradas y culturalmente maldecidas, se convierten a su vez en censores, en carceleros de las ideas y las palabras.
Se ha desatado una campaña contra la presencia en los Oscar de la película palestina “Paradise Now”, diversas organizaciones sionistas están intentado que no se proyecte el film y por supuesto que no tenga ninguna posibilidad de conseguir el premio. La critica más escuchada es “la película humaniza al enemigo”. Esto, junto a la censura que la película “Munich” esta teniendo en Israel y los círculos sionistas de EUA, es realmente preocupante, ya que las criticas son por “humanizar al otro”, por “general la expectativa de que se puede dialogar”, “extender el derrotismo de que los otros pueden tener razones y nosotros estar equivocados en algunas ideas”. Estas frases dichas por los censores son ilustrativas. ¿Dónde quedo el maravilloso sentido del humor judío?. ¿Dónde quedo el sentido critico con el poder de una parte de la intelectualidad judía de los primeros días de Israel?.
Tristes momentos para los bufones y naradores.
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