MIMOS (uno)

Cuentacuentos

Desde hace algunas semanas acudo regularmente a escuchar cuentos, los jueves en el Café de la Luna, en Logroño.
Cuentos de diversos estilos, contados con estilos diferentes, con voces que provienen de distintos puntos de España y América, junto a personas que provienen de distintos lugares y entornos sociales.

Hoy estaba viendo una película, en la que un personaje relataba, por la noche, una historia a sus compañeros de viaje reunidos alrededor de una hoguera, y me ha resultado algo sumamente familiar. Me ha trasladado a los fuegos de campamento vividos hace más de veinte años; y aún más lejos, hace ya más de treinta años a los momentos previos a acostarnos en casa, cuando nos metíamos en la cama grande con mi padre, mientras mi madre trasteaba aún en la cocina, y nos contaba alguna historia que se inventaba sobre la marcha; y me ha trasladado a no hace mucho tiempo, tres o cuatro años quizá, cuando yo hacía lo mismo con mis sobrinos...

Fuera de mi experiencia personal, me ha trasladado en el tiempo y en el espacio a alguna tribu de la jungla o la estepa africanas, a alguna tribu amazónica o a algún poblado de las islas del Pacífico, donde alguien transmite por enésima vez, como él recuerda haberla escuchado, la historia de la tribu, del poblado, de los espíritus de la lluvia y del sol, o de cómo el mundo se creó sobre el caparazón de una tortuga.

Y me ha trasladado a cualquier jueves en el Café, y a cómo todos esperamos cada vez vivir esa sensación de estar alrededor de la hoguera, y que alguien nos cuente, quizá por enésima vez para él, pero primera para nosotros, la historia de por qué el arco-iris tiene siete colores... pero que lo haga alguien de carne y hueso, que nos transmita una historia viva, que sabemos efímera a no ser que la recordemos; que nos haga depositarios de la responsabilidad de transmitirla a los que ahora nos rodean y a los que quedarán cuando nosotros ya no estemos.

El mundo no empezó ayer, ni terminará mañana, y los cuentos que pasan de boca en boca son un hilo que ensarta las cuentas de los días, que nos trae un poco del pasado y nos debe impulsar a lanzarlos hacia el futuro. Nos hacen pensar que formamos parte de algo.

A.C.M.E.