Nos divertimos el jueves con Héctor y las muchas caras del amor. Nos dio pie a reflexionar cómo ve el amor cada uno, ofreciéndonos un abanico de posibilidades de las que tomar ejemplo, o con las que podernos identificar. Con soltura, con agilidad, fue desplegando su muestrario para que escogiéramos.
(Apostilla: seremos malos los asistentes, pero me da la impresión de que en La Luna nos gustan los amores complicados, sobre todo si contienen su pizca de picardías. Los lunáticos somos así...)
(Apostilla: seremos malos los asistentes, pero me da la impresión de que en La Luna nos gustan los amores complicados, sobre todo si contienen su pizca de picardías. Los lunáticos somos así...)
Su forma de contar es arriesgada, pues pregunta mucho al público, y corre el peligro de que algún espectador le salga "participativo". A este respecto Héctor demostró paciencia y tablas más que suficientes para solventar la papeleta.
En definitiva, una buena sesión, de la que salimos satisfechos y con una sonrisa, y pensando en cómo es el amor de cada uno.
Ah, y con un par de propinillas, que ya va camino de convertirse en una costumbre (aviso a navegantes...)
Ah, y con un par de propinillas, que ya va camino de convertirse en una costumbre (aviso a navegantes...)
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