Siéntense cómodos. Recuperen de la estantería los cuentos de su infancia. Léanlos y piensen en sus diferencias con la vida real. Y ahora imagínense. Blancanieves y la manzana envenenada, los enanitos, el Príncipe, Pinocho, Pepito Grillo, Caperucita Roja... encerrados en un castillo objeto de la maldición de la maléfica bruja y cuya única salvación es Emma Swan, una fiadora de fianzas de 28 años que se reencuentra con el hijo que dio en adopción hace 10 años. ¿Difícil, no? Esto es 'Once Upon A Time' ('Érase una vez'), la vuelta de tuerca de los cuentos clásicos conectados con la vida real a través de un misterioso pueblo: Storybrooke.
Henry Mills, un niño solitario, inteligente, peculiar, huraño, obsesionado con la realidad que habita en su libro de cuentos, da pie a una historia de fantasía, con una buena ambientación y un exquisito guión, que involucrará a todo su mundo real para salvar a todo su universo literario. Interpretado por un colosal Jared Gilmore (el Bobby Draper de 'Mad Men'), que encarna a un niño entre lo adorable y lo cómico unas veces, y lo repelente y pedante en otras ocasiones, sin quitarle mérito al mundo de mariposas que le inculca su profesora. Buscará a su madre biológica, Emma Swan (Jennifer Morrison, conocida por sus papeles de Allison Cameron en 'House' y Zoey Pierson en 'Cómo conocía a vuestra madre'), una mujer independiente, sexy, sin amigos, ni familia, que el día de 28 cumpleaños se verá envuelta en un historia surrealista tras reencontrarse con su hijo, que la arrastra al pueblo del tiempo detenido para romper la maldición de Blancanieves.
Esta trama en el mundo real de la ficción se intercala con la narración de las desdichas de los personajes de los cuentos clásicos. Maléfica, interpretada Kistrin Bauer, la insoportable pero soberbia Pam De Beaufort de 'True Blood', está obsesionada con romper la felicidad de Blancanieves y su príncipe. Una maldición recaerá sobre ellos con la única esperanza de que su hija recién nacida, teletransportada al mundo real gracias a un árbol de madera diseñado por Geppeto, vuelva a los 28 años salvarlos. Sí, habéis acertado. Este es el nexo (absurdo) entre el mundo real y el fantástico que pretende motivar toda la historia de esta ficción, gracias a la insistencia de Henry Mills para convencer a Emma Swan de que los personajes de cuento existen en Storybrooke. En estas tramas se mezclan, además, dos personajes inquietantes, cuyo papel será determinante en los giros y caminos que vaya tomando la historia. El encerrado Rumpelstiltskin, vidente en el mundo de los cuentos, y Mr. Gold, el misterioso dueño del pueblo.
'Once Upon A Time' deja un sabor agridulce en su estreno. Cuenta con un gran guión, pese a lo rocambolesco de la historia, todo parece estar bien atado. Goza de una buena ambientación y unos notables efectos especiales. Y un reparto, especialmente en la trama del mundo real, que es capaz de aportar matices, credibilidad, drama y humor al mismo tiempo, encanto y robustez,... unos personajes redondos. Sin embargo, la nueva ficción de ABC peca de pretenciosa, busca el gancho de la vuelta a la infancia de todo el público, para reunir a una audiencia familiar en un tiempo donde tienen éxito y fidelizan los proyectos nicho. El piloto de una serie nunca ha sido un buen termómetro para calibrar su recorrido, aunque sí sus intenciones, y las adaptaciones (en este caso de los cuentos de los hermanos Grimm, Charles Perrault y Hans Christian Andersen) tan libres, llevadas al extremo de lo cómico y lo absurdo, no parecen ser la mejor receta para cocinar una ficción sólida y genuina por mucha que sea la mezcla de ingredientes. Reescribir los cuentos clásicos con un final infeliz no sea quizás la mejor idea. Un drama fantástico original y fácil de seguir, donde no hay mucho que pensar.
FUENTE: CADENA SER
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