'El cuento en el ámbito educativo y terapéutico' es un curso de cien horas que dirige este profesor del departamento de Psicología. Se impartirá desde el 15 de octubre en la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura (Uex). Y aunque su director, Juan Manuel Moreno (Badajoz, 1968), enseña a aprovechar historias infantiles que pueden ser idóneas para educar, no niega que algunas esconden comportamientos que hoy día se intentan erradicar.
El seminario se celebra hace seis años y suelen inscribirse estudiantes y gente ya titulada, «pero no sólo de Magisterio, también hay alumnos de terapia ocupacional, Fisioterapia o Medicina».
- ¿Qué objetivos persigue?
-La pretensión es llamar la atención sobre la potencialidad del cuento en el ámbito educativo. Empezamos a trabajar en un contexto terapéutico con alumnos de Educación Especial de la rama de audición y lenguaje, a los que quisimos darle herramientas que sirven para rehabilitar dificultades, además de enseñar valores que transmiten los cuentos. Por ejemplo, si en Blancanieves introduces un momento en que ella se acerca a oler una flor, el niño puede aprender a inspirar y expirar, lo que favorece una correcta articulación de los fonemas. El curso también pretende saber introducir en los cuentos ejercicios de relajación o de habilidades motrices de modo lúdico, por ejemplo elaborando una marioneta.
- ¿Tiene usted hijos?
- Dos, de doce y ocho años. El mayor ya está más pendiente de la saga de Crepúsculo que de los cuentos.
- ¿Cree que las películas de Disney y otros recursos similares pueden acabar con la tradición de los cuentos orales?
- La verdad es que ya se hace más uso de la televisión porque los padres están ocupados, ponen una película y así se olvidan. Es lo más cómodo, pero aún se recurre a leer un cuento por la noche. Antes incluso no se usaba el libro sino que el cuento se transmitía de unos a otros de modo oral. Ahora quizás escuchan la misma cantidad de cuentos, pero también los visualizan, el formato es distinto.
-¿Y es mejor el formato oral o el visual?
- Bajo mi punto de vista lo oral es mejor, aunque no le quito la importancia a lo visual. Lo que pasa es que lo oral favorece la imaginación y hace que el niño sea más creativo. También propicia que el niño se incline por la lectura.
- ¿Qué opina de esta corriente que revisa los cuentos clásicos y critica el mensaje machista que hay en ellos?
- Es que lo hay. Si desmenuzas La Cenicienta encuentras vejaciones que sufre la protagonista y detectas situaciones de abandono físico, de negligencia familiar y de explotación laboral. También se da en otros cuentos. El Patito Feo es un claro ejemplo que contiene violencia emocional, con un final feliz pero que desarrolla mucha hostilidad, la de unos patos contra otros. Incluso hay otro tema, el de los secretos que nunca deben contarse, que aparece en otras historias. Hay que pensar que en el contexto del maltrato y abusos sexuales infantiles los secretos son clave. Normalmente el agresor utiliza mucho con el niño el secreto para que no le delate. En los cursos trabajamos con ello y explicamos que en cuanto a los secretos es importante guardar algunos, pero otros sí hay que contarlos y que el niño sepa dónde acudir.
- ¿Conviene por tanto evitar contar La Cenicienta o El Patito Feo tal y como los conocemos?
- No es para tanto. Simplemente hay que transmitir estas historias adecuadamente. También depende del tipo de niños. No creo que sean cuentos negativos. Es como el héroe, no todos podemos ser héroes y hay que tenerlo en cuenta.
FUENTE: HOY
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