ENTREVISTA A LA NARRADORA MERCE ESCARDÓ

Alumnos y padres del colegio Aire Libre han participado con la escritora y narradora Mercè Escardó en una charla debate. En la entrevista posterior afirma que los cuentos siguen de actualidad y que cuentistas los ha habido y los habrá.

¿Tienen actualidad los cuentos?
Menos de la que debieran. Muchos padres se han olvidado del poder de los cuentos, de dónde vienen y por qué nacieron.

¿Son importantes para los niños?
Para todos, y muchísimo. Nos ayudan a vivir porque nos despiertan a todo sin ser conscientes, nos ayudan a llorar y a reír, y transmiten una sabiduría interior muy importante, como el aliento de los 21 gramos que perdemos al morir, esa parte que no se ve.

¿Recomienda más La Cenicienta o algo del siglo XXI?
Los populares de autor anónimo enseñan a ser prudentes y astutos; las maravillosos cuentos de Grimm o Perrault crean mapas interiores y dan pistas para el desarrollo; y los de autor, más modernos, hay algunos que no vale la pena ni leer porque son planos y los niños no son estúpidos, aunque en los que el autor está inspirado transmiten energía y más cosas. Hay que saber escoger pero un buen cuento no tienen edad, son iguales para todo el mundo.

¿En qué deben fijarse los padres para elegirlos?
Basta con que se fíen de su voz interior. Lo que te emociona y te enternece a ti le gustará a tu hijo porque sabes mejor que nadie lo que le va. Hay que leer mucho antes de comprar el cuento, sin fiarse de lo que digan otros, como me contaba una mamá preocupada porque su hija se echó a llorar con uno de ellos en el que la protagonista tiraba a uno de los hijos del nido por salvar a otros.

Qué horror, ¿es algo como la muerte de la mamá de Bambi?
Jamás debe elegirse un cuento que haga llorar de desespero, pero distinto es llorar porque emociona, ya que abre puertas a asuntos no resueltos y al niño le llega. Tirar a un hijo del nido por salvar a otros es antinatural y en ese caso la niña ha sido más sabia que la madre. Pero en el caso de Bambi, que las mamás mueran es natural. Babar también comienza con la muerte de la madre por un cazador, pero es un accidente y eso enlaza con la vida y le lleva al elefante a ir a conocer la ciudad. Gracias a los cuentos tocamos la parte natural de la vida y es normal que entonces pregunten a su madre, ¿y tú te morirás?; y hay que contestar: pues algún día, pero espero que tarde mucho.

¿Hay cuentistas hoy día?
Como siempre en la vida. Los hay que dramatizan mucho, pero lo suyo es sentarse al lado de la cama del nene, papá y mamá, y contarle el cuento con la misma naturalidad con la que el bisabuelo cuenta que fue a América.

¿Y entre los políticos?, ¿percibe mucho cuento?
Se conmueven como nosotros pero hacen ver como que no va con ellos. Lo que no soporto es la gente que utiliza a las personas, cuando lo importante es el cuento, el canal. Y no hay que tratar de cambiar los finales para que sean políticamente correctos.

¿Y las connotaciones sexistas de los príncipes salvadores?
Que venga el príncipe a salvarte puede tener otras connotaciones no sexistas, son arquetipos y, en otros casos, es la princesa la salvadora. Únicamente se trata de contar aquellos con los que estés a gusto interiormente porque pueden cambiar una vida.

¿Quien lee cuentos leerá libros el día de mañana?
Sin duda. La lectura comienza con la oralidad, la mamá que canta desde que estás en la barriga; después, con los cuentos, vas regalando las palabras para nombrar el mundo.

FUENTE: DIARIO INFORMACIÓN