José María Merino, el escritor leonés que ha llevado ahora el cuento a la Academia española, no sabía anoche que la mosca, uno de sus temas, era asunto importante en esta Feria del Libro de Guadalajara.
Merino leía con sus compañeros (y amigos) leoneses Luis Mateo Díez, también académico y cuentista, y Juan Pedro Aparicio, asimismo maestro del relato corto, en el curso de un espectáculo que llevan ya muy rodado, Los filandones. Así evocan (con mucho éxito, como en Guadalajara) la tradición de los que contaban en las montañas de León cuentos al calor de la lumbre mientras se asaban castañas y las mujeres hilaban.
Mateo leyó cuentos de amor, alimentos y muerte, y lo mismo hicieron Merino y Aparicio; lo llevan ensayando mucho tiempo, y ahora han venido a Guadalajara para abrir boca porque el año próximo Castilla y León es la invitada de honor (como cuna de la lengua española) a esta feria tapatía, la más importante del mundo en nuestro idioma.
El primer cuento que leyó Merino tenía a una mosca invasora como asunto. Él no sabía entonces que se unía a Juan José Millas, a José Emilio Pacheco, a Augusto Monterroso, entre otros muchos, que, de una forma u otra, escriben sobre la mosca o participan de una exposición acerca de este insecto milenario en el stand Artes de México que dirige el novelista Alberto Ruy Sánchez. El número se titula Elogio de la mosca en el arte y es una joya literaria que combina la belleza con el sentido del humor, de la biología y de la historia.
Merino dijo, cuando empezó a leer sus relatos, que se cuentan historias desde hace 140.000 años, se escribe desde hace 6000, y hay libros, tal como los conocemos, desde hace 500 años. Pues como la mosca; siempre ha estado, volando, y es asunto que ha inspirado a todo el mundo en todas las épocas. Ruy Sánchez valora mucho, sobre todo, lo que en el siglo II escribió Luciano de Samosata: "Cuando todo el mundo hablaba de los héroes de las batallas, él dijo: 'Que otros hablen de los héroes, yo hablo de las moscas". Y estuvo en lo cierto, relata el novelista: "Él habló de lo perdurable?. ¿Quién se acuerda ahora de los héroes de los tiempos de Luciano de Samosata?".
Monterroso también lo dijo en Movimiento perpetuo: "Hay tres temas importantes en la vida: el amor, la muerte y la mosca. Que otros hablen del amor y de la muerte. Yo me ocuparé de la mosca".
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