Un narrador tiene una obligación: no quedarse en silencio. Y aunque este blog procura hablar solo de cuentos, nuestra obligación es no quedarnos callados ante la barbarie.
El Ministro de Defensa de Israel ha amenazado a los palestinos con provocar su holocausto. Y la verdad es que cuando pronuncia esta palabra sabe lo que esta diciendo y lo que eso significa: aniquilar a todo un pueblo, por el medio que sea. Holocausto es una palabra parecida a genocidio pero su significado es mucho mayor, es provocar un genocidio total, a sangre y fuego. Y de esto sabe mucho el pueblo judío. Y lo peor de todo es que el Estado de Israel ya lleva tiempo trabajando en ese sentido y últimamente se lo han tomado más en serio. La imágenes de civiles muertos (la gran mayoría niños), una población encerrada en un inmenso campo de concentración, sin alimentos, sin luz, la destrucción de hospitales, bibliotecas, colegios, universidades, carreteras, alumbrados, la prohibición de salir de su gueto...... Todas esas cosas, que son solo la punta de lanza de lo que esta ocurriendo, se parecen cada vez más a lo ocurrido en el “Gueto de Varsovia”, se parecen cada vez más al Holocausto judío a manos de los nazis alemanes. ¿Es solo nazi y fascista quien se declara como tal?. ¿O lo es también quien aplica sus métodos?. No defiendo a los terroristas y me parece absolutamente condenable el lanzamiento de cohetes sobre la población civil israelita, pero la respuesta contra todo un pueblo y la forma en que la hace el Ejercito Israelita es terrorismo de estado. O peor, es un genocidio provocado buscando la aniquilación. Eso se llama holocausto. No se ha equivocado el Ministro de Defensa de Israel. Es exactamente eso lo que ellos buscan. Lastima de ideales de los primeros pioneros de los kibuts, lastima de los defensores de la libertad en Varsovia, lastima de los luchadores judíos en las calles de París....... Tantos ideales traicionados.
Y mientras tanto, ¿qué hace el mundo?, ¿qué hacemos todos?. El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado los hechos, como ha hecho en múltiples ocasiones, ¿pero qué hace?. Parece que existen países y pueblos de varias categorías. ¿Donde están ahora las intervenciones humanitarias?. Ante este holocausto el mundo calla.
Por eso pido a todos los narradores orales, los que nunca debemos callar, que esta vez hablemos y que recordemos lo que esta ocurriendo en Palestina en cada sesión de cuentos en las que participemos. Y que al menos, NO SEA CON MI SILENCIO.
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