martes, septiembre 08, 2009

ENTREVISTA AL NARRADOR ORAL ALDO MÉNDEZ

Aldo Méndez ha contado ya tantos cuentos por toda la provincia que da la sensación de que siempre estuvo aquí, pero que va, es un ave de paso que se detuvo para contar historias y también para escucharlas.
¿Cómo se pone una persona en situación para contar?
Creo que contar, antes que nada, es una necesidad. Si alguna vez te ha ocurrido algo o te has inventado algo, tienes la necesidad de compartirlo. Ahora, ponerse en situación para contar es un proceso muy largo, tienes que vencer tus miedos, prepararte un poco, elegir el cuento y pensar en cómo lo vas a contar, las personas que te van a escuchar. Es un proceso mágico, por un lado, y afectivo por otro, sobre toda porque contar es un acto de comunicación intensiva.
¿Cuáles son las razones para que una persona se especialice en contar?
En mi caso fue el descubrimiento de un texto que se llama La serpiente y su cola, tenía muchas ganas de contarlo, pero no sabía cómo, porque no sabía de que iba esto. Luego hay gente que se anima después de escuchar a otra persona, hay quien lo hace porque escucha un determinado cuento que le devuelve a su infancia o le ocurre como a mí, que descubre algo en letra impresa y le quiera dar vida. Los acercamientos son infinitos y dependen mucho de cada persona.
¿Es una habilidad más intuitiva que consciente?
Creo que es intuitivo, porque incluso cuando haces un taller en el que racionalizar todo lo que conlleva el acto de contar hay gente que se desmonta del caballo y hay gente que tira para arriba. Yo creo que el ser humano quiere contar para conmover, para compartir, para conocer. Desde luego, es la parte más emocional la que te orienta hacia esta profesión. Luego es la práctica la que te va dotando de herramientas.
¿Cómo elige un cuento?
Hay cuentos que cuando los terminas de leer te dicen «cuéntame», es como una persona que se te abre e intuyes que puede ser tu amigo. Por el contrario, si una historia te parece al principio impenetrable, va a ser muy difícil de contar.
¿El cuento cambia con el público?
Cambia con todo. Ha habido ocasiones en que la actitud del público me ha hecho por ejemplo, pararme a reír, porque los espectadores, por mi circunstancia personal, me han propuesto elevar un elemento anecdótico dentro de la historia que no estaba en mi cabeza. El cuento cambia si estás en un teatro, en un instituto o según la edad de quién te escucha...
¿Es fácil hacer comprender cuentos de una tradición cultural en otro ámbito?
Cuando hablamos de interculturalidad hay que ir a los cuentos para percatarse de que a nivel de propuestas filosóficas, éticas e incluso me atrevo a decir que estéticas, todos los cuentos son iguales. Sólo cambia el entorno, los personajes. De un mismo cuento tengo una versión española de Castilla, una catalana, una china y otra rusa. Se diferencian en el ritmo, el medio ambiente... pero la trama es igual.

ENTREVISTA COMPLETA: LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL

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