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miércoles, marzo 25, 2009
LAS RAYUELAS DE COLORES INUNDARÓN BUENOS AIRES
Han sido varios los homenajes que se han llevando a cabo con motivo de los 25 años de la muerte de Julio Cortázar, autor de Rayuela, una de las novelas más importantes de la narrativa latinoamericana del s. XX y que para algunos, incluso, es una de las obras literarias que prefigura al internet y a la lectura hipertextual. Acá mencionamos hace algún tiempo el de Rayuelarte que planeaba inundar a la ciudad de Rayuelas de colores o más específicamente a la avenida 9 de julio que es la más larga y ancha de la ciudad (y una de las más anchas del mundo).
La jornada de cierre de los homenajes que se le rindieron al escritor argentino en su patria de origen estuvo signada por el juego la risa y la música. Los participantes tenían que llegar a la avenida con un papel en el que huberan escrito el nombre del escritor, algún libro o alguno de sus cuentos. Y juego consistía, como podía esperarse en ir de la tierra al cielo en un camino que estaba lleno de 120 rayuelas organizadas en filas y que los competidores debían jugar hasta llegar al cielo de la última de su fila. El primer ganador fue un niño de 8 años, quien apareció con un papel en el que habia escrito el nombre de Cortázar. El premio era una piedra mágica pintada por la artista Minujín, que fue la encargada del diseño y organización de la jornada multicolor.
Cada quien llegó con lo que atesoraba del escritor: desde ejemplares de Rayuela pasando por cuentos impresos o volúmenes de sus relatos. Lo común fue la admiración y la celebración de la memoria y la obra del Gran Cronopio que siempre supo recordarnos y sorpendernos con los detalles más pequeños y aparentemente más insignificantes de la realidad y a la vez nos hizo tocar la fibra de lo más profundo del sentir, vivir sufrir y amar de los seres humanos a través de la magia de las palabras. Como no podía dejar de ser para una jornada completa, los saltos y risas de mujeres, niños, adolescentes y adultos estuvo acompañada por los acordes del saxo de Charlie Parker en homenaje a otra de las obras universales de Cortázar: El Perseguidor.
Juliana Boersner. Diario CLARIN
FUENTE: PAPEL EN BLANCO
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