Actualmente se ha extendido la utilización de la palabra "Cuentacuentos" como termino de definición del oficio de narrar. En el mercado, el publico objetivo y muchos narradores se utiliza este termino como una marca. E incluso se ha creado una "red de cuentacuentos". Pero nosotros que trabajamos con las palabras sabemos que las palabras no son neutras, todas tienen un sentido, una intención, una realidad...y muchas veces una vida propia ajena a la intención del utilizador. Las palabras nos definen, nos marcan, nos encasillan, nos definen o nos traicionan.
Por ello nos parece interesante hacer un pequeño análisis técnico sobre la utilización de la palabra "cuentacuentos" como marca.
¿Qué es una marca?
Cuando intentamos responder a la pregunta: ¿Qué es una marca?, encontramos definiciones, más o menos, de manual:Una marca es un nombre de características únicas que nos posiciona y define; la marca no es solo la imagen corporativa, representa todo lo que la empresa es, viene a ser la suma de nuestros objetivos, incluye nuestra misión y visión hacia futuro, permitiendo que nos identifiquemos nosotros y nos reconozcan los demás.
El Branding
Pero si profundizamos más en el Branding, o la definición de nuestra propia historia para posicionarnos (muy adecuado para nosotros que hablamos de historias). Desde el punto de vista de creación y posicionamiento de una marca esta debe contar con algunos elementos fundamentales:
- Un beneficio patente y claro respecto a otros nombres o marcas
- Efecto positivo en el mercado y en nuestro posicionamiento en el.
- Reflejar nuestra filosofía, nuestra misión y nuestra visión de futuro
- Desarrollar sinergias positiva con otros sectores afines o posibles colaboradores.
- Tener un sentido amplio que permita desarrollarnos en futuros mercados
- No contener errores gramaticales o dificultades de pronunciación
"CUENTACUENTOS" una marca perjudicial
Analizando los elementos anteriores, aplicados a esta supuesta marca:
- No tiene beneficios patentes sobre otras marcas posibles. Cuentero, cuentista, narrador...Salvo el dudoso efecto positivo de estar extendida en nuestro país y algunos otros de sudamericana.
- En el mercado tiene un sentido muy negativo, nos sitúa en los más bajo de las artes escénicas, un "cuentacuentos" se da por supuesto que sera algo para salir del paso, para niños, barato pero malo. Nos coloca en una situación muy difícil para ganar nuevos públicos y mercados.
- No refleja nuestra historia, ni conecta con el pasado de esta actividad, no contiene nuestra filosofía, ni define un marco o misión.
- No desarrolla elementos positivos de interacción con otros artistas o disciplinas artísticas.
- Limita claramente nuestro crecimiento. En las ferias de espectáculos no quieren saber nada de "cuentacuentos", y en muchas bibliotecas, Ayuntamientos, Ferias del Libro...No quieren saber nada de esta actividad que solo por el nombre enmarcan en un publico infantil y con una mala calidad.
- En si misma es un error gramatical y una redundancia andante.
Como marca definitoria es un verdadero desastre para el oficio.
Yo entiendo que cada uno se define como quiere, se pone el nombre que le gusta...pero si queremos que este oficio crezca y se desarrolle tenemos que tener en cuenta lo que los demás piensan de nosotros. Si nosotros no analizamos nuestra definición, será el mercado el que nos definirá. Y de momento con ese nombre nos esta definiendo de forma muy negativa, al menos los agentes que nos deben contratar y analizar.
Por estas razones yo no me defino como "cuentacuentos", por esa razón yo no entrare nunca en una red con el nombre "WWW.CUENTACUENTOS.EU" ya que como os decía las palabras no son neutras y nos definen. Muchos me dicen: "Es cierto, es un mal nombre, pero ¡que más da! es bueno estar en esa red, a lo mejor así me sale trabajo". Y cada uno hace lo que quiere. Pero yo sigo manteniendo un solo principio: Hay que ser coherente con lo que uno dice y piensa. Para mi esa palabra no me define y creo profesionalmente que nos perjudica de manera grave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario