Comenzamos con misterio, miedo, terror, hasta gore... Cuentos más que oscuros, tenebrosos. Desasosegantes; por momentos, incluso incómodos de escuchar. Esto me gustó.
Lo que no me terminó de enganchar fue el tono que, uno más otro menos, le dieron los tres a sus narraciones, un poco premioso, queriendo hacer más inquietante algo que ya lo era de por sí, pero haciendo con ello que la historia avanzara con excesiva lentitud.
Después de un intervalo que sirvió para recuperar el aliento y aliviar la tensión, la segunda parte tomó un tono más ligero, alegre, humorístico. Nos pudimos relajar un poco, y disfrutar de paso del cambio de registro de los narradores, que en esta parte se dejaron ir un poco más y se mostraron más heterogéneos, cada uno con un estilo más personal.
En conjunto, una sesión interesante, variada, que nos dejó un par de historias grabadas en la memoria, de las que producen pesadillas, y de las que de pronto te dibujan una sonrisa cuando menos te lo esperas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario