«Es un cuento armenio al que hemos puesto música», explicó Malikian ayer en la rueda de prensa en la que presentó este espectáculo junto a Marisol Rozo, autora de los textos y directora escénica, Luis Otero y Humberto Armas, dos de los músicos que intervienen. Junto a las actuaciones destinadas al público infantil e incluidas en la Campaña Escolar del Palacio y en el ciclo El Palacio con los niños, el Ara Malikian Ensemble ofrecerá también el próximo sábado un concierto destinado al público en general.
«Es un cuento que se ha trasmitido como mito o leyenda a través de los tiempos», explicó la directora escénica quien considera que al público infantil «les tomamos más en serio, es de una exigencia brutal» y, si «piden otra», significa que se ha obtenido un «logro importantísimo». Rozo señaló que su trabajo en la dirección de escena de un concierto como es el espectáculo que esta semana ocupa la actividad del Palacio es «como hacer que la música también tenga la parte poética que tiene la palabra». El cuento armenio en el que se basa el esta innovadora propuesta habla de un hombre que siempre está buscando la felicidad y que pese a las mil trabas que pone un rey en su camino para impedírselo, éstas no le frenan y al final es el monarca quien se «cansa» de intentarlo.
Para Marisol Rozo, pese a tratarse de una historia que forma parte de la tradición oral de un país muy lejano y pertenecer a una cultura distinta, llega a los niños «a la primera» porque revela un «mito transmitido a través de los tiempos» en el que se aprecia que está «basado en la verdad».
En lo que se refiere a la música, Ara Malikian explicó que es originaria de armenia y que al igual que sucede con la música española es resultado de la fusión y el mestizaje, una mezcla de diferentes estilos. Humberto Armas, viola, y Luis Otero, contrabajo, destacaron las características de un espectáculo original, en el que «uno tiene la sensación de estar en constante aprendizaje», señaló ayer Armas quien desde hace dos años colabora con el violinista nacido en Libano.
En 'Cuentos del mundo: Armenia. La historia de un hombre feliz' junto a Ara Malikian, encargado de la dirección musical y el violín, participan Marisol Rozo, responsable de la narración y de la dirección escénicas, además de los músicos, Humberto Armas, viola; Luis Gallo, a la guitarra y Nacho Ros, con el contrabajo.
Tuve el placer de poder ver este espectáculo hace unos días. Me pareció un proyecto estupendo, donde la música tenia todo el sentido con la narración oral. Unos músicos estupendos, con un ritmo genial y una alegría contagiosa. Lo único que fallaba era la narradora (Marisol Rozo) es otro caso típico de lo que últimamente encontramos en el mundo de los cuentos; una actriz metida a cuentistas que piensa que esta interpretando en papel de una cuentista, en vez de contar ella misma. El resultado es una narración sobre-actuada (tipo Rafael cantando) y la pretensión de convertirse en el centro de la escena, restando potencia a las palabra y a la propia música. La voz debe trasmitir y pasar desapercibida la persona del narrador, pero en este caso la presencia de la presunta narradora resta poder a todo el espectáculo. Una lastima porque podría ser una obra redonda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario