FATIMA YRÁYZOZ En los cuentos de Pepa Aurora Rodríguez las protagonistas absolutas son las niñas. Esta canariona, de profesión maestra jubilada, aunque natural de Agüimes reside la mitad del año en Arguineguín, en una bonita casa con vistas al mar. En su trayectoria como escritora lleva más de treinta años creando literatura para niños.
Fue la primera cuentacuentos de Canarias. Ha publicado unos 27 libros de cuentos que han sido distribuidos por diferentes rincones de Canarias, la Península e Hispanoamérica. Está a punto de editar una recopilación de cuentos autóctonos canarios, además este mismo mes, acaba de lograr el Premio Internacional de Dicho, en el Concurso Internacional de Microtextos 'Garzón Céspedes del 2008', otorgado por la Cátedra Iberoamericana itinerante de Narración Oral, Escénica y Comunicación.
Pepa Aurora ha dedicado gran parte de su tiempo a contar historias a los niños en los colegios, participando además en diferentes proyectos pedagógicos.
Con una amplia sonrisa y ternura en su rostro me recibe en la terraza de su casa, rodeada de algunos de sus muchos libros de cuentos. La primera pregunta que surge es cómo le llegó la vocación por la escritura.
"Me considero más que una escritora, que lo soy, una mujer rural. A pesar de que me crié en las Palmas, me gusta todo lo novedoso del mundo del campo. Aquí en Mogán paso la mitad del año porque me sienta muy bien las buenas temperaturas de aquí, para mí salud".
Sobre su interés por el mundo de la literatura infantil, Pepa reconoce que surguío como consecuencia de su profesión como maestra de escuela: "Cuando uno entra en la escuela se da cuenta de todo lo que falta, especialmente con el lenguaje de los niños", explica. " Me di cuenta de que la mayoría de los niños no conocían los nombres de las cosas que les rodeaban. El lenguaje de la escuela, en Canarias especialmente, estaba muy olvidado. Esto fue lo que me impulsó a lanzarme a escribir. Te hablo del año 78".
Por aquel entonces, el buen hacer para contar historias y cuentos de Pepa Aurora se fue transmitiendo de colegio en colegio: " Soy la primera cuentacuentos que ha existido en las Islas. Empece hace treinta años, yo tenía veintipocos, solía recitar poemas sencillos para los niños", recuerda la autora. " Empecé a coger fama entre las escuelas. Iba acompañada de reconocidos poetas canarios como Francisco Tarajano, Pedro Lezcano, entre otros, por los pueblos recitando poemas".
De esta experiencia como cuentacuentos dio como resultado su primera recopilación de cuentos tradicionales. "Entre ellos recogí un cuento que se llama Doña Miseria, una historia popularísima que desde entonces los narradores orales cuentan mi propia versión de una historia que, por cierto, yo pensaba que era originaria de España y hace poco descubrí que existía una historia similar, en Francia, escrita por un monje en el siglo XII, cuando aquí no llegó hasta el XVI y él dice que se lo contó su abuela. ¡ Imagínate desde cuándo.
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